Jesús predice la negación de Pedro
27 Y Jesús les dijo*: Todos vosotros os apartaréis[m], porque escrito está: «Heriré al pastor, y las ovejas se dispersarán». 28 Pero después de que yo haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. 29 Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se aparten[n], yo, sin embargo, no lo haré. 30 Y Jesús le dijo*: En verdad te digo que tú, hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. 31 Pero Pedro con insistencia repetía: Aunque tenga[o] que morir contigo, no te negaré. Y todos decían también lo mismo.
Jesús en Getsemaní
32 Y llegaron* a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo* a sus discípulos: Sentaos aquí hasta que yo haya orado. 33 Y tomó* consigo a Pedro, a Jacobo[p] y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho. 34 Y les dijo*: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad. 35 Adelantándose un poco, se postró[q] en tierra y oraba que si fuera posible, pasara de Él aquella[r] hora. 36 Y decía: ¡Abba, Padre! Para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras. 37 Entonces vino* y los halló* durmiendo, y dijo* a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No pudiste velar ni por una hora? 38 Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil. 39 Se fue otra vez y oró, diciendo las mismas palabras[s]. 40 Y vino de nuevo y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban muy cargados de sueño; y no sabían qué responderle. 41 Vino* por tercera vez, y les dijo*: ¿Todavía estáis[t] durmiendo y descansando? Basta ya; ha llegado la hora; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores. 42 Levantaos, vámonos; mirad, está cerca el que me entrega.
Arresto de Jesús
43 En ese momento[u], mientras todavía estaba Él hablando, llegó* Judas, uno de los doce, acompañado de[v] una multitud con espadas y garrotes, de parte de los principales sacerdotes, de los escribas y de los ancianos. 44 Y el que le entregaba les había dado una señal, diciendo: Al que yo bese, ese es; prendedle y llevadle con seguridad[w]. 45 Y habiendo llegado, inmediatamente se acercó a Él diciendo: ¡Rabí[x]! Y le besó. 46 Entonces ellos le echaron mano y le prendieron. 47 Pero uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó[y] la oreja. 48 Y dirigiéndose[z] Jesús a ellos, les dijo: ¿Habéis salido con espadas y garrotes para arrestarme como contra un ladrón? 49 Cada día estaba con vosotros en el templo enseñando, y no me prendisteis; pero esto ha sucedido para[aa] que se cumplan las Escrituras. 50 Y abandonándole, huyeron todos.